Gracias por compartir conmigo este tiempo para leer aquí acerca de mi experiencia profesional y personal.
Te comparto una frase con gran significado para mí:
“Que hablen de uno es espantoso. Pero existe algo peor: que no hablen”
Una frase del célebre dramaturgo y novelista irlandés Oscar Wilde.
Dichas palabras me han motivado para descubrir y desarrollar el crecimiento personal y profesional justo en el momento en que decidí creer en mí y en lo que hago, para tener la seguridad de transmitirlo por medio de la voz.
Y como toda artista, he continuado la búsqueda de oportunidades y tocado innumerables puertas para ser escuchada.
Uno de mis mayores logros profesionales fue el haber participado en el programa televisivo La Voz México como parte del equipo de alumnos del afamado artista mexicano del pop, Aleks Syntek.
Así que en aquel tiempo, acudí al casting de La Voz México pero al no contar con un padrino o alguna recomendación especial tuve que pasar por mil filtros, me entrevistaron muchas veces.
En los estudios de Televisa, la empresa de comunicación del programa, los que no contábamos con recomendaciones llegábamos desde las 8 de la mañana y nos ocupaban grabando algún bloque o en muchas ocasiones, esperando nada más.
Te contaré un secreto, en el momento cuando Aleks Syntek nos visitaba, de manera amable nos interpretaba algo y se tomaba fotos con nosotros, pero había un detalle, él no era en realidad nuestro coach. En su representación estaba Cox Gascón, conocido por interpretar la canción de “mi gran noche”.
En otra ocasión, en la que teníamos que ensayar para la sección “las batallas” del programa; no llevaron el reproductor de pistas para poner las nuestras así que no sería posible realizar el ensayo. Muchos si no es que todos, se conformaron y prefirieron relajarse dedicándose a platicar.
Pero antes de continuar con la anécdota, dime si
¿Te ha pasado que por miedo, pena, duda del qué dirán o sucederá, resultó que no hablaste acerca de lo que pensabas en el momento?
He de confesar que de nada sirvieron los años de estudios, disciplina y práctica para lograr graduarme de manera profesional como Cantante de Ópera en el Conservatorio; ni tampoco que al inicio de mi carrera artística me desempeñé como solista o como la voz principal en bandas de rock, jazz y música versátil.
En fin. Era irónico que al cantar cautivara a la audiencia con mi voz y sin embargo, era imposible para mí poder dirigir algunas palabras hacia el público, ya que no tenía idea de qué decir, es más, ¡ni aunque supiera!, porque de solo pensarlo me cohibía.
No tenía idea de cómo romper esa barrera. Hablar y alzar mi voz fue un gran reto para mí.
Por lo anterior y de vuelta en la anécdota del casting.
Resultó que dentro de mí había un pensamiento de quedarme callada, conformarme o bien, no decir nada y esperar como los demás, pero también tenía el sentimiento de una molestia profunda.
No comprendía del todo el ¿por qué nuestro coach no buscaba una solución?
Después de dudar y pensar en el qué dirían si hablo y digo lo que pienso, comencé a creer que debería alzar mi voz pero ¿y si me corren?
Entonces, como se trataba de mí más que de las otras personas, pensé muy bien cómo y qué decir.
¡Por fin me decidí a hablar con seguridad para expresar mis pensamientos!
Absolutamente decidida, le pregunté al Coach Cox si era posible usar el piano para los ensayos. Cox sorprendido, me confesó que la verdad él no sabía tocar ningún instrumento y al contrario, se alegró de que expresara mi disposición para resolver el problema. Después de todo, como Profesional de la Música, la voz no es el único instrumento que debemos entrenar y ejecutar.
Imagínate, mis compañeros se enteraron y comenzaron a solicitar mi ayuda. ¡De momento me sentí halagada y feliz!
El alzar mi voz sin duda obtuvo resultados. Ayudé a mi contrincante a lograr su línea vocal y grabé audios de estudio. Pero después la situación se puso tensa. Pasaron los días y en esa nueva experiencia de aprendizaje, la chica que se presumía mi compañera, cambió.
Antes, mi contrincante se etiquetaba como mi amiguis del alma y después, todo lo contrario. La indiferencia total. En las entrevistas, ella quería hablar primero o incluso entrar antes que yo al elevador. ¡Vaya, cómo cambia la gente encima de un tabique!
Otra situación complicada fue que, en las redes sociales es muy fácil pensar que conoces a la gente, criticar o hablar sobre otras personas con libertad.
Lo anterior lo comento porque ¡amo usar boinas!, pero en esa temporada dejé de hacerlo debido a los comentarios negativos recibidos en las redes sociales.
Sentí miedo e inseguridad. Incluso al salir del programa me deprimí bastante. No quería hablar, levantarme, comer, salir o regresar al trabajo por miedo a las opiniones de los demás y lo que les tendría que responder para salir del momento. Fatal.
Un día, decidí de nuevo vencer el miedo para hablar y salir libre como antes. ¡No me permitiría más continuar de esa forma!
Elegí levantarme y vivir.
Fue cuando sucedió.
De la nada y al caminar por la calle, las personas en los coches tocaban la bocina y me gritaban o detenían al caminar, también recibí miles de solicitudes de amistad en Facebook.
¡Todo eso me espantaba!
Sin embargo, tuve la grata sorpresa de que el ruido de las bocinas ¡era para hablarme y decirme que me apoyaban!
Se detenían las personas en la acera para exclamar ¡te conozco! ¡Te vi en la televisión!, y querían una foto conmigo e integrarme a los contactos en Facebook.
Mi página de fans era para las pláticas con ellos, felicitarme, saber mi experiencia y me agradecieron el recibir una respuesta de mi parte, ya que se quejaban de las personas que salen en la tv nunca lo harían, ni mucho menos realizar conversaciones con ellos.
A todo esto, ¿qué fue lo que me ayudó para expresarme, alzar mi voz y hablar con la audiencia o con quienes solicitan mi asesoría profesional personalizada?
Te compartiré mis 4 puntos para lograr hablar con seguridad
1. Confía.
No debe importarte lo que hable la gente de tí, de tus ideales o lo que haces. Tú eres el experto en tu vida.
2. Empodérate.
Alza tu voz, ten seguridad en ti mismo, en tus talentos, en lo que piensas o dices, así como en lo que sabes y te gusta hacer.
Conoce a la perfección tu actividad o negocio, lo que vendes o tu servicio. Ello te ayudará a mostrar una actitud convincente al hablar. Expresarse con seguridad es una de las claves del éxito.
3. Cree.
Hablar con seguridad significa un profundo amor propio. Por eso es esencial conocer nuestras virtudes y ser conscientes de ellas.
Con frecuencia admiramos y destacamos las virtudes de otras personas, ¡sin darnos cuenta de nuestro estuche de monerías!
Habla contigo, ámate, regálate porras y expresa cosas lindas para ti en el espejo todos los días, por ejemplo:
Buenos días mi misma ¡que guapa amaneciste! ¡Vamos con todo!
Sin embargo, ten cuidado con la vanidad y la arrogancia, porque se pueden volver en nuestra contra y estarás en las alturas de tu tabique personal.
4. Aprende.
Si no sabes del tema investiga y si tienes ganas de aprender algo, ¡solo hazlo! Todo es posible, lo importante es decidirse a llevarlo a cabo. No te quedes con las ganas. Alza tu voz.
El hubiera no existe, únicamente el ahora. Jamás será tarde. Decide aprender porque es posible y quieres hacerlo. ¿Qué esperas?
Es hermoso y gratificante compartir lo que uno ama hacer y sobre todo, ayudar a los demás a crecer. Recuerda que estamos en aprendizaje y crecimiento constante.
Te invito a descubrir tus talentos en mi curso “Desarrolla el Poder de Tu Voz”.
Y para ello el último y cuarto punto será nuestra frase especial
Alza tu voz, confía, cree y aprende.
Porque todas las personas podemos cantar desde nuestra verdadera voz interna.
Soy Ivonne Barbosa, Cantante Profesional y Coach Vocal. Permíteme descubrir contigo esa voz única. Escríbeme en Facebook a Ivonne Barbosa ¡No olvides que sí responderé!
Y para que conozcas más de mí, visita el canal de video.
Autor del post: Ivonne Barbosa Hernández
Apoyo editorial: Enrique Barbosa Moncada