En este post, te compartiré información de mucha utilidad para que aprendas a desarrollar la resiliencia con tus mascotas.
Aprenderás que tener una mascota puede traer múltiples beneficios para ti e incluso para tu salud.
Te comparto una de mis experiencias:
Como Biólogo Profesional hace algunos años, me tocó rescatar del mercado negro a algunos ejemplares de “Parabuteo Unicinctus” (Aguililla de Harris).
El objetivo de mi trabajo fue entrenarlos y ayudarles a desarrollar sus habilidades para su reintroducción a su ecosistema.
Para esto, fue necesario generar una socialización muy profunda con ellos para poder ser aceptado.
En una ocasión enfermé varios días, de manera que, no pude estar con las aves el tiempo que estaban acostumbradas.
Una tarde me quedé dormido y cuando desperté, me di cuenta de que 2 de las aves que cuidaba, habían escapado de su encierro y entraron por la ventana a mi habitación.
Desperté al sentir sus pellizcos cariñosos con sus picos y eran sumamente cuidadosas de no lastimarme con sus garras.
Esta experiencia demuestra cómo es posible desarrollar vínculos profundos con los animales y que, sin duda, los animales pertenecen al gran espíritu de vida en el planeta.
En esa sinergia, los animales han facilitado la reconstrucción de mis metas en mi desarrollo humano integral y por consecuencia, han ayudado a desarrollar mi capacidad de resiliencia.
¿Qué es resiliencia?
Se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inesperada, con el fin de trabajar en un mejor futuro.
Para construir la resiliencia es necesario conocerte, aceptarte y confiar en ti mismo. Esto se aprende cuando tu alrededor te ha reafirmado en tu infancia de alguna manera. Somos mamíferos sociales y esta aceptación es imprescindible para nosotros; aunque nos digan lo contrario.
Por otro lado, la convivencia con un animal aporta beneficios a la salud, algo que se ha denominado “efecto mascota”.
¿Qué es el efecto mascota?
El “efecto mascota” se basa en que estos beneficios provienen del apoyo social que nos aportan nuestras mascotas, generando química hormonal que nos benefician igual que cuando nos sentimos aceptados y amados en nuestro núcleo primario infantil.
“Los ojos de los animales tienen el poder de hablar un gran idioma universal”
Martin Buber.
En otra experiencia como Biólogo etólogo, sugerí adquirir una mascota a un joven que carecía de una gran falta de confianza en sí mismo.
Se escogió un perro macho de raza Siverian Husky, con personalidad tipo uno, raza conocida por ser animales muy nobles, pero poderosos, impetuosos, con mucha energía, de carácter fuerte y retador, además este ejemplar con personalidad totalmente dominante. Justo lo que el chico necesitaba.
Conforme crecía el cachorro se enseñó al joven sobre la responsabilidad afectiva, la empatía, el amor y los cuidados que requería su nuevo compañero; se fue creando un lazo profundo entre los dos; pero conforme el perro entraba a la pubertad, comprobaba su fuerza y carácter para saber si podía dominar al joven.
Tuve el reto de enseñar al joven a liderar al perro con su energía, carácter y comunicación no verbal.
Así nos llevó algunos meses de un proceso de educación y socialización entre el joven y su mascota, se le enseñó a elevar su energía, a impostar la voz, a usar su cuerpo y mirada para comunicarse.
Lo mejor era que el joven iba incrementando su seguridad, ahora podía mandar sobre el perro, pero también mostrar mucho más carácter ante otras personas y situaciones; de hecho su postura cambió, su mirada era mucho más penetrante, aprendió a poner límites de manera asertiva, pero también a ser más empático.
Terminamos el proceso y cuando él iba a entrar a la universidad, se había cambiado el look completamente, se había inscrito en un gimnasio, y ya tenía novia.
¡Quedé sorprendido con los cambios!
La familia vivía feliz en comunión con su mascota, que había ayudado al joven a desarrollar la confianza en sí mismo que alguna vez le hizo falta.
Todavía nos queda mucho por descubrir sobre el mundo animal. Sin embargo, algo que está claro es que, a través de la interacción entre una persona y su mascota, la vida es mucho más divertida, el miedo a la exploración se reduce, la socialización se fortalece, las penas y los problemas se hacen más llevaderos, desarrollamos empatía, personalidad y hasta espiritualidad.
¿Cómo desarrollar la resiliencia con tus mascotas?
Si tienes mascotas, aprende más sobre su especie, juega con ella, intercambia miradas, sobre todo, cuídala y permite que te cuide; crea una relación profunda con ella.
Si aún no tienes mascota, proponte estudiar con qué mascota te identificas más, con cuál podrías crear un mejor vínculo según tu estilo de vida y date la oportunidad de vivir esta gran experiencia.
Finalmente, el vínculo es muy importante para una vida sana para el animal y para ti. Es necesario que tu personalidad y la de tu animal sean compatibles para crear un vínculo sano. Y por favor, asesórate con profesionales.
Soy Raúl Castañón, Biólogo etólogo con más de 25 años de experiencia profesional y te invito a ponerte en contacto conmigo a través de mi perfil BWEB para ayudarte a crear un verdadero vínculo con tus mascotas y garantizar una vida plena para ambos.
Autor del post: Raúl Castañón Lemus
Apoyo editorial: Frida Hatch Kuri